El fraude del Estado de Bienestar

Claudio Palavecino 9 Oct 201209/10/12 a las 13:46 hrs.2012-10-09 13:46:09

Carta de Mauricio Rojas Profesor Adjunto Universidad de Lund (Suecia) a El Mercurio.Martes 09 de Octubre de 2012

El Estado de Bienestar nació para darles una sólida protección social a los ciudadanos y asegurarles una serie de servicios básicos. Fue por ello que logró un gran respaldo en las sociedades europeas, sedientas de seguridad y prosperidad después de guerras devastadoras. Y fue para ello que el Estado se expandió enormemente, recaudó altísimos impuestos y reguló la vida social como nunca se había hecho en democracia. Y los europeos confiaron en su Estado: le cedieron gran parte de sus ingresos y le entregaron la educación de sus hijos, el cuidado de sus mayores, la administración de sus jubilaciones y su atención sanitaria.

Por todo ello es que hoy se sienten tan estafados. Cuando llegó la crisis y fueron a pedir sus "derechos" descubrieron que el cheque girado por el Estado no tenía fondos. Y no sólo eso: con sus enormes déficits y endeudamiento, el Estado benefactor pasó de ser una promesa de seguridad a ser la causa de la inseguridad. ¿Qué pasó?

Algunos les echan la culpa a "los mercados", los bancos o al "capitalismo salvaje", pero si así fuese todo el mundo estaría en crisis, y no lo está. La crisis es hoy europea y su epicentro son los Estados de Bienestar con su gasto desmedido, sus regulaciones sofocantes y sus insostenibles sistemas de seguridad social. La crisis europea es la crisis del Estado de Bienestar y tiene tres causas fundamentales: la idea sobre la que se construye, su estructura y sus excesos.

El Estado de Bienestar se basa en una idea peligrosa: que otro (el Estado) y no nosotros mismos es responsable por nuestro bienestar. Se trata de una invitación a delegar lo que nos hace adultos y libres: nuestra capacidad y deber de construir nuestras vidas. Esto tiene dos consecuencias trágicas: le da al Estado el poder de formar nuestras vidas y lleva a una sociedad donde la irresponsabilidad se generaliza. ¿Para qué trabajar o emprender cuando otro de todas maneras nos garantiza nuestro "derecho" al bienestar?

El gran Estado no sólo gasta mucho, sino que gasta mal, ya que se ha construido como un sistema planificado de monopolios. Como se sabe, un sistema así, sin la presión dinámica de la competencia ni la libertad de elección del consumidor, lleva a la ineficiencia y el derroche. Esto se agrava cuando además existe el funcionariado con empleos de hecho vitalicios.

Por último, los excesos. Los Estados de Bienestar han adolecido de un populismo menos chabacano, pero no menos devastador que el de Chávez. Cuando las cosas han ido bien, han prometido y prometido, inflando los derechos y creando sistemas insostenibles en tiempos difíciles. Estos "cálculos alegres" están en la base de la crisis fiscal actual. Para los ciudadanos ha sido traumático: de pronto han descubierto que los famosos derechos solo eran ilusiones sembradas por políticos irresponsables. Ojalá que nunca olviden esta lección: no entregarles a otros aquello que solo nosotros podemos y debemos hacer responsable y libremente.
Última Modificación 9 Oct 201209/10/12 a las 13:46 hrs.2012-10-09 13:46:09
Vistas Únicas 0
Compartir
Comentarios
  • Alonso A. Araya

    13 Dic 201213/12/12 a las 14:48 hrs.2012-12-13 14:48:13

    Uno de los legados más importantes del siglo XX, fue la construcción del Estado de Bienestar en los países industrializados. Este proceso promovido y explicado por una serie de eventos y fenómenos (guerras mundiales, depresiones, contribuciones de grandes intelectuales y científicos sociales) así como por elecciones y consensos éticos y morales de ciertos sectores políticos, ha permitido reducir la exposición social a muchos riesgos e incertidumbres que enfrentaban los ciudadanos del viejo continente. El costo de enfermarse, la vejez, el desempleo y fundamentalmente la pobreza son cuestiones donde el Estado de Bienestar ha puesto su foco con resultados positivos indiscutibles. Los críticos al Estado de bienestar explican hoy las medidas de recorte fiscal de los Estados Europeos como prueba de la crisis terminal de este modelo de sociedad, anunciando su inminente desaparición. Sin embargo, creo yo, esta crisis demuestra que dicho modelo se encuentra experimentando ajustes necesarios para su sostenibilidad, que grandes transformaciones al rol del Estado en Europa.

  • Marcelo Contreras A.

    29 Nov 201229/11/12 a las 00:02 hrs.2012-11-29 00:02:29

    No hay peor situacion que la burocracia aplastante, que como bien se señalaba, funcionarios de cargos practicamente vitalicios usufructuan y derrochan de lo que proviene de la propia tributacion nuestra. Es mas, llegan al extremo de malversar dichos fondos, y eso por la falta de control interna que sufre la misma administracion de nuestro pais. Creo que el Estado de Bienestar tiene como principal problema este mismo, el de crear un tercer grupo social, el de los funcionarios publicos, que viven a la deriva del sistema de produccion, esperando a lanzarse por los bolsillos del que desea emprender o del pobre que se esfuerza. Pero esto se queda corto, ya que el mismo Estado de Bienestar genera un desincentivo a la poblacion a intentar prosperar por sus propios medios, y asi el sistema democratico no funciona. Es por eso que hay que hacer una distincion precisa entre el Estado de Bienestar y el Estado social, porque el ultimo dista mucho del primero, y es que el Estado solo debe intervenir cuando sea necesario en la vida y desarrollo social de las personas. No estoy en contra de la proteccion de los desamparados y quienes viven a la deriva, pero llevar al extremo la idea de reproducir parasitismo economico en las sociedades disfrazada en un ideal de fomento no creo que sea el Bienestar adecuado que se deberia buscar.

  • César Ignacio Donoso Barrera

    28 Nov 201228/11/12 a las 02:08 hrs.2012-11-28 02:08:28

    yo creo que los grandes avances positivos del Estado es la seguridad, el aval del desarrollo y del avance conjunto de la sociedad , pero la linea entre el ser un parásito y el estar respaldado por la seguridad de un ente externo que no refuerce si no que subsidie la autonomía propia es tenue, así, un Estado de modelo Europeo demuestra su ineficiencia por los argumentos expuestos, pero un liberalismo puro en las relaciones olvidandonos del Estado o llevándolo a su más minima expresión como encargado de seguridad y de relaciones con otros estados, se desprende de la concepción de sociedad y de un respaldo a la equidad de oportunidades que se han creado conforme a la preocupación por el desarrollo social que no es solo por satisfacer el alma de las personas, es un método de perfeccionar y hacer más eficiente los métodos productivos y la fluides del mercado. Es necesario volver a revisar la función del Estado en la sociedad, pero desde la perspectiva de las personas, de como éstas hacen valer su autonomía para vivir.

  • Francisco Artigas Portales

    27 Nov 201227/11/12 a las 22:02 hrs.2012-11-27 22:02:27

    Más que un Estado de Bienestar, lo correcto es un Estado que nos permita, nos otorgue los medios, las herramientas, para que nosotros mismos podamos llegar a una situación de bienestar. Pienso que ningún exceso es positivo, tan dañino como un Estado que pretenda darnos todo es un Estado que no nos dé nada. Por tanto lo importante es que exista un Estado que nos de una base que nos permita desarrollarnos libremente -para que exista la libertad es necesaria cierta base de igualdad- y podamos proveernos a nosotros mismos del bienestar que buscamos.

  • Harold Mayne-Nicholls F.

    27 Nov 201227/11/12 a las 20:47 hrs.2012-11-27 20:47:27

    Me parece sólida la pregunta planteada por Javier. Que viene post Estado de Bienestar? El paternalismo no funcionó, pero al menos nos dejó enseñanzas que no podemos dejar de observar. Interpretando lo anteriormente dicho, Daniel ve en el Estado el problema, Fernando apela por el comportamiento en conjunto que se no se ha dado. A mi entender, no podemos pretender que un ente externo haga lo que nosotros no somos capaces de hacer, si mi casa no está limpia, no puede esperar que el presidente del condominio la ordene. El Estado debiese contentarse en crear un clima social que no ponga obstáculos en el camino del Bienestar, siendo un apoyo a esta y no su distribuidor oficial. Entonces búscando respuestas a la pregunta de Javier...Como podemos lograr esto?

  • Javier Vergara

    4 Nov 201204/11/12 a las 15:06 hrs.2012-11-04 15:06:04

    Feña, eso me suena a corporativismo jajaja

  • Daniel Colodro

    17 Oct 201217/10/12 a las 20:39 hrs.2012-10-17 20:39:17

    El "Estado de Bienestar" no es más que el bienestar del Estado.
    Yo voy más allá de la premisa de Javier: la crisis actual no se debe a una crisis del Estado de Bienestar, sino a la misma existencia de éste.
    El gran problema acá radica en la concepción que se tiene del Estado como un "otro", distinto a los ciudadanos que lo componen, y no sólo eso, sino como un "otro" con recursos ilimitados. Se olvida (o se hace olvidar, convenientemente), que todo lo que el Estado entrega a unos, necesariamente debió quitárselo a otros.
    Así, por ejemplo, para darnos el Estado "educación gratuita", TODOS debemos pagarle a ese Estado, para que de educación a ALGUNOS; porque no todos la requieren, o la desean. En resumen, el Estado es el intermediario para el parasitismo mutuo... y que además se lleva una (buena) parte de los recursos para sí; vale decir,un intermediario sumamente ineficiente.
    Volviendo al supuesto anterior, como esa educación la da el Estado, es ese mismo Estado quien decide el tipo de educación que entrega. Lo mismo ocurre con cualquier otro bien o beneficio que el Estado nos otorga.
    Ahora bien, si el Estado, al entregarnos los beneficios, define todos los aspectos formales de los mismos, restringe nuestra libertad de elección, la de todos los individuos, y si, progresivamente son más los bienes y servicios que el Estado otorga y, por tanto, más facetas en las que coarta nuestras libertades, ¿en qué se diferencia, a la larga, el "Estado de Bienestar" de un Estado totalitario?

  • Fernando Salinas M.

    13 Oct 201213/10/12 a las 21:00 hrs.2012-10-13 21:00:13

    Es de extrema necesidad diferenciar entre la forma y el fondo. Sí, el Estado suele gastar mucho y mal porque carece de incentivos económicos para ser eficiente, pero quiero pensar que ninguno de nosotros podrá negar la necesidad de que el Estado cumpla funciones que son valiosas y que en ausencia de su intervención podrían no proveerse en cantidades eficientes. Es por eso que propongo un nuevo estado de bienestar, uno de mancomunidad público-privada en que empresas y administración cooperen para lograr el desarrollo del país: el estado concesiona (subvenciona) y garantiza la eficiencia de los servicios que contrata con los privados para asegurar el bienestar de toda la sociedad.

  • Valentina Palma C.

    10 Oct 201210/10/12 a las 19:23 hrs.2012-10-10 19:23:10

    El Estado de Bienestar es una payasada, pero a mi parecer el problema más grave es que la gente sigue creyendo en ello a pesar de que se demuestre una y otra vez el fracaso que acarrea. Basta que venga otra propuesta, asegurando cambios y progreso, pero al final es la misma cosa ornamentada para que no se note.

  • Javier Vergara

    10 Oct 201210/10/12 a las 18:10 hrs.2012-10-10 18:10:10

    Es innegable que la crisis actual se debe efectivamente a una crisis del Estado de bienestar; una crisis del intervencionismo a destajo sobre la acción humana. Mi pregunta a reflexionar es ¿que podríamos esperar de un período post Estado de Bienestar?, obviamente suponiendo que efectivamente existiese este idílico futuro, y además teniendo en cuenta la costumbre impuesta en el colectivo europeo tras más de un siglo de este Leviatán parasitario.

  • Nicolás Monge B.

    9 Oct 201209/10/12 a las 14:27 hrs.2012-10-09 14:27:09

    Estoy de acuerdo con no traspasar a otro agente aquello que nosotros nos debemos hacer cargo de forma responsable y dentro del ejercicio de nuestra libertad. Me parece que no partir de este postulado es adoptar una política paternalista, colectivista y que va en contra de la misma dignidad de la persona humana (entendiéndola como sujeto racional). No reconocerle a la persona humana la capacidad de vivir de acuerdo a sus propios principios y valores (con sujeción al ordenamiento jurídico) es en cierta medida, dejar de considerarlo como persona y comenzar a considerarlo simplemente como objeto de planificación.