Mi reino no es de este mundo

Claudio Palavecino 4 Oct 201204/10/12 a las 22:25 hrs.2012-10-04 22:25:04

Cristo jamás tuvo proyecto político. No quiso reformar la sociedad. Él era un transmundano. Resulta fácil imaginarlo con la mirada perdida, sordo al parloteo de sus rústicos discípulos y al acoso impertinente de ese enjambre de pedigüeños que, según cuentan los evangelios, lo perseguía por todas partes, absorto y gozoso en la visión del más allá. De hecho, Él estuvo siempre mucho más allá que acá.
Cristo no ofreció derechos sociales. Al contrario, predicó la renuncia, el desprecio del mundo.
La misma actitud tuvieron los primeros cristianos. Eso explica que aceptaran felices el martirio. Se cuenta que entonaban cánticos mientras eran devorados por las fieras. Dejaban este valle de lágrimas con inmenso júbilo en la certeza de ganar su lugar en un mundo mejor. Y se comprende. Vivían acorralados, literalmente, en las alcantarillas de la sociedad.
Cuando la elefantiásica estructura imperial romana colapsó, los cristianos, que poco antes habían dejado de ser perseguidos, pasaron a llenar el vacío de poder. La Iglesia se romanizó, organizándose en adelante de manera centralista y burocrática. El poder temporal la obligó a ocuparse prioritariamente del más acá y, con ello, a secularizar el mensaje. La espiritualidad originaria fue apenas tolerada en sujetos excepcionales y algo extravagantes, los santos, pero cuando amenazó con generalizarse, como sucedió con el catarismo del siglo XIII, la Iglesia reaccionó de manera contundente y muchas veces violenta.
Hubo luego de contemporizar con los reyes europeos y más tarde con las revoluciones. Esa plasticidad para el aggiornamiento, para acomodarse al siglo, fue clave para su sobrevivencia. Incluso frente su más formidable enemigo, el comunismo, la Iglesia triunfó inventando una doctrina “social”.
No extrañe a nadie, pues, que los obispos chilenos, en un momento en que peligra su autoridad moral, quieran sintonizar con el espíritu del siglo. Y lo que hoy vende en términos de audiencia es pegarle al “modelo”. Poco importa que el modelo haya sacado a buena parte de la población de la indigencia y de la pobreza y que ofrezca a todos, como ningún otro, acceso a cada vez mayor cantidad y calidad de bienes y servicios. El modelo es inhumano, según los obispos.
Pero no proponen volver a la espiritualidad evangélica, al desprecio del mundo. Al contrario, la curia chilena quiere que se comparta los frutos del modelo. No del modo dulce en que Cristo exhortó al joven rico, apelando a su buena voluntad, sino a través de la coacción estatal. Se quejan que se retarde “hasta lo inaceptable” medidas para una mejor distribución, vale decir, la reforma al sistema impositivo. Como si un poco de socialismo pudiera lavar tantos pecados.
La carta de los obispos invoca 54 veces a Jesús, pero, tras leerla, uno se pregunta ¿qué parte de “mi reino no es de este mundo” no entendieron sus pastores?
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Última Modificación 4 Oct 201204/10/12 a las 22:25 hrs.2012-10-04 22:25:04
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Comentarios
  • Alonso A. Araya

    13 Dic 201213/12/12 a las 15:38 hrs.2012-12-13 15:38:13

    Muy buena columna. Comparto el mensaje que el profesor propone. Los conceptos de inocencia, inmortalidad, bienaveturanza y de eterna salvación que, como meta de la vida humana , sugiere el cristainismo son insostenibles- Toda existencia , real, hecha de lucha y denodado esfuerzo, de esplendor y de tinieblas , es, a la luz del cristianismo, una existencia "mala" y "falaz", ser redimido de ella es, segun los apologetas del carpinero, la tarea y, para logararlo, se vale de la mortificación de los apetitos - de la carne- , proponiendo ideales transmundanos y celestiales como medida y peso de todo lo terrenal - ¡ nada más lejano de nuestro cotidiano!-.

  • Francisco Artigas Portales

    29 Nov 201229/11/12 a las 09:57 hrs.2012-11-29 09:57:29

    La Iglesia en general se ha opuesto a todo, critica tanto el Liberalismo como el Comunismo desde antaño. Esto es porque al ser una religión claramente es idealista y considera que es posible que exista un sistema "perfecto" (lo que es bastante raro, porque en la Biblia nunca se infiere si quiera que "en este mundo" eso sea posible, de hecho todo lo contrario, en general se muestra como un mundo bastante negativo (y que seguirá siendo negativo) del cual luego de hacer el bien y la muerte nos vamos a escapar). Esto le da pie para poder estar al lado de las críticas y proponer sueldos "éticos" en vez de sueldos "razonables" sin arrugarse.

  • Harold Mayne-Nicholls F.

    28 Nov 201228/11/12 a las 23:26 hrs.2012-11-28 23:26:28

    Me parece lógica la postura del obispado. La iglesia, después de todo, es una institución, que al igual que toda compañía o empresa requiere de seguidores, de consumidores y credibilidad para subsistir. La forma más sencilla de ganar adeptos es planteando que todo está mal y que ellos tienen el camino correcto a seguir. No pretemdo realizar ningún juicio de valor, solo destacar que es simple marketing publicitario.

  • Santiago Vergara D.

    28 Nov 201228/11/12 a las 09:30 hrs.2012-11-28 09:30:28

    Creo que las criticas al modelo que realiza el obispo no se refieren a que el modelo sea perverso o algo parecido, sino simplemente que este modelo ya no cumple con los propósitos por el cual fue creado porque las sociedades van cambiado y por lo tanto las expectativas de vida también.
    Estoy completamente de acuerdo que este modelo si fue un gran avance y que permitió que parte de la población que antes no tenia acceso a ninguna clase de servicios hoy si puede acceder a estos , pero si este modelo no trata de adecuare a las necesidades de la sociedad del día a día, esta condenado a que este fracase.

  • César Ignacio Donoso Barrera

    28 Nov 201228/11/12 a las 01:41 hrs.2012-11-28 01:41:28

    En la universidad uno se da cuenta de lo precaria que era la educación, en algún momento me creí el cuento de que la secularización en Chile había sido seria, pero el poder de la religión acá representada por la Iglesia y sus "representantes", dan una opinión que influye tanto que en algún grado pensamos que su razonamiento y propuestas influirán dentro de las decisiones estatales, la iglesia puede tener la relación que desee con sus creyentes, pero un Estado serio y liberal debe basarse en la racionalidad.
    Eso por un lado, ahora mediante la catedra he entendido que la única forma de tener posibilidades más equitativas de vivir, será mediante la liberalización de las relaciones entre privados, y no mediante la intervención sobrevalorada de un Estado ineficiente, el esfuerzo y el valor del trabajo se recompensarán solos se equilibraría la demanda de dinero por la demanda de mano de obra dentro de un círculo virtuoso de enrequecimiento patrimonial, esquivando el establecimiento de regulaciones sobreabundantes (aunque en una expresión menos intensa que la actual, necesaria a mi parecer) y dejando de favorecer a grupos de poder determinados en el otro extremo, generando la verdadera competencia por los recursos, en consecuencia, la equidad en las oportunidades y acceso a recursos.

  • Valeria Nanjari

    18 Oct 201218/10/12 a las 19:34 hrs.2012-10-18 19:34:18

    Que no entiendan ciertas consecuencias del intervencionismo y de la economía en general es propio de las personas que no se relacionan de manera penetrante y permanente con estos temas, son religiosos no economistas al fin. Me parece que aquellas opiniones vienen del terreno de los hechos que conocen y de sus vivencias, cómo no criticar el modelo si lo que ellos ven constantemente (probablemente no directamente) es gente acudiendo a ellos por refugio, alimentos o cualquier ayuda que les puedan brindar, quizás desconocen estadísticas y no saben que en el año 2011 hubo X pobreza y el año 2012 disminuyó, aunque suene muy ignorante, no es su labor saber eso, tampoco lo es desarrollar el modelo obíspico que revolucione el modelo económico actual, lo único que piden es más humanidad y solidaridad.
    Son opiniones con fundamentos diferentes, tal vez poco racionales y poco técnicos... a quien le importe que las tome.

  • Luis Madrid M.

    18 Oct 201218/10/12 a las 16:08 hrs.2012-10-18 16:08:18

    Loa obispos en Chile y en el mundo en general tiene que mantener sus costumbre, no dejarse manejar, de apoco ira desapareciendo la iglesia con sus caracteres propio como tal, no debe dejar aun mínima que sea como señalo mi compañero formas de intervencionismo. Deben velar por lo que su seguidor les dejo y por ende por lo que creen y siguen.

  • Nicolás Monge B.

    4 Oct 201204/10/12 a las 23:16 hrs.2012-10-04 23:16:04

    El problema de una parte de los obispos chilenos es que no entienden que al darle la más mínima cabida a ciertas formas de intervencionismo, están poniendo en riesgo sus propios valores, principios y lo que es más fuerte, su propia institucionalidad.